El entrenador de Club Atlético Minero, Rodrigo del Castillo, habló sobre el presente del equipo, las nuevas incorporaciones, la doble competencia en San Juan y Mendoza y el proyecto formativo que busca consolidar al club en lo más alto del básquet local.
El básquet de San Juan vive un momento de expansión y el Club Atlético Minero es prueba de ello. De la mano de su entrenador, Rodrigo del Castillo, el equipo se prepara para afrontar un semestre exigente, con participación en el torneo local de Nivel 2 y en el certamen mendocino.
“Ahora tenemos un equipo mucho más largo, con recambio entre juveniles y jugadores de primera. Queremos ser protagonistas tanto en Mendoza como en San Juan”, expresó el DT, convencido de que la profundidad del plantel será clave para sostener la doble competencia.
El proyecto de Minero combina experiencia y juventud. A los refuerzos de jerarquía como Marcos Molina, Iván Martín, Isaías Castro, Gabriel Arias y Mauricio Vallejo, se suman promesas como Lautaro Barboza y Juan Pablo Díaz, quienes ya tuvieron minutos en primera.

“Hemos podido formar U21 y U17, algo fundamental para competir en la máxima categoría. Varios chicos llegaron desde otros clubes o incluso del básquet callejero, y hoy tienen la chance de mostrarse”, destacó Del Castillo sobre la importancia de la base formativa.
El semestre anterior, el equipo sanjuanino llegó a cuartos de final en Mendoza, cayendo ante el campeón, Independiente Rivadavia. Esa experiencia dejó lecciones que marcaron el rumbo de este nuevo desafío:

“El torneo pasado viajamos con planteles cortos y lo sufrimos. Esta vez nos reforzamos para siempre tener 12 jugadores disponibles”.
La planificación es minuciosa. El cuerpo técnico, con Carlos Manrique como asistente y Manuel Faedo en la preparación física, busca administrar las cargas de un calendario ajustado: partidos entre semana en San Juan y fines de semana en Mendoza.
La proyección también se sostiene en infraestructura. Minero entrena actualmente en Santo Domingo, pero espera la mudanza al predio de Rivadavia. “Cuando se dé lo de Rivadavia, tendremos un punto fijo para todas las formativas. Será un salto de calidad para el club”, adelantó el DT.

Más allá de los resultados, el proyecto tiene una visión a largo plazo: consolidar categorías formativas, sumar el básquet femenino y lograr el ansiado ascenso a Nivel 1 en San Juan. “Hoy nos acompañan dirigentes y jugadores comprometidos. Muchos se sumaron al ver lo que hicimos el semestre pasado. Eso nos motiva a seguir creciendo”, cerró Del Castillo.