El pedalista belga Iljo Keisse, quien fuera denunciado por una joven camarera de un café céntrico sanjuanino por un gesto inapropiado, tras sacarse una foto con el elenco internacional, confesó que no tuvo ninguna mala intención, por lo que esta mañana, pidió las disculpas del caso en una conferencia de prensa.
Varios son los casos de publicaciones que se viralizan para dar conocimiento de hechos que generan el repudio social. Aún resuena entre pasillos cuando el bonaerense que viajó a Rusia por motivos del Mundial de Fútbol, fue mandado de vuelta tras sobrepasarse con una jovencita que no conocía el idioma español. Así como esa situación desagradable, el viernes pasado se dio a conocer una foto en la podía observarse una conducta nada aceptable por parte del pedalista Iljo Keisse hacia a una joven que solo le pidió sacarse una foto con todo el elenco Deceuninck – Quick Step, que se encuentra en la provincia desde el lunes 21, cuando arribaron en el marco de la 37a Vuelta a San Juan Internacional.
Entre la realidad de los hechos y los dichos por cuestiones de contraponerse a estos actos en las redes sociales, la camarera fue asesorada y denunció la acción como conducta inapropiada, amparada en el Ártículo 117 del Código de Faltas de San Juan, caratulado como «Ofensas a la moral pública». Tanto se dijo y se desdijo de esta situación que el representante del elenco belga, decidió salir a pedir disculpas conferencia de prensa mediante, porque a la joven lo hizo en persona el pasado lunes y parece ser que eso no se viralizó.
La prensa prestó sus oídos al punto de vista del involucrado en el suceso, que en un principio, dio su versión de los hechos. «El viernes, llegamos a ese bar después de entrenar, paramos allí a tomar un café, era el mediodía, pagamos, dejamos algo de propina y al marcharnos, la camarera nos pidió hacernos una foto. La hicimos, como una más de las quinientas fotos que hacemos cada día y nos pidió otra foto más, nos pusimos en otra posición, y en otro estúpido momento yo hice un estúpido gesto con mi mano del que me arrepiento», expresó resaltando su arrepentimiento. «Quiero dejar cien por cien claro, que no la toqué, ni con mi mano ni con la rodilla», agregó.
Para que todo quede más claro, dejó por asentado que estaba todo el equipo junto a él, y era mucha la gente que estaba en esa vereda. «Sé que cometí un estúpido error, del que me arrepiento pero no llegó más lejos de eso. Le dijimos adiós, tomamos nuestras bicicletas y volvimos al hotel. No ha sido la mejor broma que he hecho en mi vida pero esto es lo que sucedió», continuó Keisse.
Lejos de sentirse como un criminal, manifestó que la situación no volverá a repetirse. «Quiero pedir a esta chica, a todos los argentinos y a los que se ofendieron, a la organización de la carrera y a todo mi equipo. Esto no va a volver a suceder, soy humano y he sido tratado como un criminal. Entiendo que no ha sido fácil para la chica, pero mi mujer y mis hijos, en casa también la han pasado mal. Ahora está todo bajo control y quiero continuar centrándome en la competencia».
Con el error asumido, Keisse concurrió al local donde trabaja la joven y le pidió las disculpas formalmente. «La chica puso una acción legal contra mí, y fui a la policía para dar mi versión de lo sucedido, esto fue el lunes y legalmente se cerró el caso. Estamos durante un tiempo aquí, porque somos parte de la Vuelta a San Juan, por lo que fuimos a la confitería a pedirle perdón a la chica lo antes posible. Para ser honesto, no la toqué, no soy un criminal y he venido a correr, por lo que continuaré en competencia», culminó el pedalista belga.