Por María José Quiroga
Nació en Entre Ríos y recorrió varias naciones vistiendo los colores de la Selección Argentina de Paraciclismo. Sobresale por su fuerza de voluntad y por el mensaje que transmite, casi sin darse cuenta, motivando a cualquier persona a seguir adelante. El múltiple medallista, contó cómo fue su comienzo y su desarrollo en el ciclismo.
Rodrigo López, un estandarte del ciclismo adaptado argentino, comenzó a practicar este deporte desde muy pequeño. Cuando apenas tenía 5 años, un virus que lo dejó en estado vegetativo y cambió su vida para siempre.
Rodrigo venció todos los obstáculos de esa enfermedad y decidió comenzar de nuevo. La consecuencia de este virus le dejó problemas en una de sus manos y falta de equilibrio, sin embargo se aferró fuerte a la vida y decidió enfrentarla.
«Comencé primero a practicar ciclismo convencional, luego a los 18 seguí con la práctica, pero ahora con el ciclismo adaptado», explicó Rodrigo. Tomando al ciclismo como una de su pasiones más grandes, reconoce que es un deporte que le da paz, libertad, «Es parte de mi vida» exclama el pedalista paralímpico. La trayectoria del entrerriano en materia pedal no tiene límites. Su abultado palmarés lo destacan como uno de los grandes referentes en Sudamérica. «El ciclismo es el aire que respiro, a pesar de que es un deporte duro y de mucho sacrificio, pero cuando obtenés los buenos resultados, te das cuenta que todo eso valió la pena», remarcó el ciclista.
Rodrigo se entrena 6 días a la semana en el Cenard (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). «Solo el domingo es mí día de descanso, claro si no hay competencias», detalló el múltiple campeón. Con una superación increíble, con una energía positiva que contagia, Rodrigo López es múltiple medallista, nada lo detiene, obtuvo diploma paralímpicos en los juegos de Río 2016, y actualmente posee 10 medallas de oro, además tiene preseas de bronce, y muchos mundiales ganados.
Por lo consiguiente, el ciclista, afirma que se pueden lograr muchas cosas, pero sin el apoyo de la familia y de las personas que rodean a cualquier deportista nada se puede obtener, ya que son fundamentales en el desarrollo y el crecimiento deportivo.
«No hay límites que no se puedan superar», manifestó el entrerriano. «Nadie te regala nada, hay que lucharla siempre, mientras tanto tenés que sacar fuerzas y seguir adelante, y más cuando uno tiene una discapacidad que no le dan mucha importancia, tener que vencer tus propios miedos y vencer a los demás. Nunca te quedés sentado esperando que alguien te ayude, por que los sueños se realizan», concluyó el valiente Rodrigo López, el mismo al que nada ni nadie lo detuvo, demostrando que pudo luchar contra su enfermedad y contra todos, para hoy ser un referente y un propulsor del ciclismo adaptado de nuestro país.