El judoca sanjuanino parte este miércoles a la capital peruana para conseguir más puntos que lo acerquen a los JJOO de Tokio 2021. El certamen se desarrollará el domingo 6 de diciembre y es la última fecha del Circuito Panamericano del ciclo 2020.
A pesar de los tres puntos en el dedo meñique izquierdo para sujetarle la uña que se sacó el pasado lunes entrenando con la barra olímpica, Karim Adarvez ya tiene un pie en el tatami de la última competencia del 2020, porque el domingo 6 de diciembre estará disputando el Open Panamericano de Lima, con la fecha renovada ya que se canceló en un primer momento por la pandemia el pasado mes de abril.
«Voy por la medalla de oro, no voy a menos«, expresó Adarvez con la motivación a pleno para enfrentar el Abierto en la ciudad limeña. La prueba, que se disputará el próximo fin de semana, convoca a judocas varones y mujeres de nueve países que saldrán a buscar puntaje para el boleto a Tokio 2021.
El sanjuanino, es el único representante nacional en la categoría hasta 66 kilogramos y deberá enfrentarse a exponentes de Portugal, Irlanda, Estados Unidos y Haití. Desde el pasado 3 de mayo, cuando habilitaron los permisos para la práctica deportiva responsable, Karim Adarvez se puso a trabajar a conciencia, afinando el físico y la técnica en función de las competiciones venideras. «Tuve una sola competencia este año, en el Abierto de San Carlos de Bariloche, que obtuve el bronce y sumé 50 puntos para el Ranking Olímpico«, recordó. Y si bien no pudo volver a la actividad por la situación sanitaria del país, se volcó de lleno al trabajo individual. «Después de tantos meses, es un desafío volver a la actividad. Una oportunidad para transferir todo lo que he trabajado y el esfuerzo que he hecho en conjunto con otras personas«, agregó el especialista en las artes marciales japonesas.
Sin duda que la conducta, la disciplina y la rigurosidad en cada entrenamiento en el gimnasio a pesar del aislamiento por la pandemia, acrecentaron la confianza para Adarvez. «Estas dificultades, como las de entrenar solo, a puertas cerradas, sin el contacto con la gente, pueden hacer crecer tus habilidades y es una oportunidad para demostrar que he crecido».
Con el físico más que preparado, reconoce que tiene una limitación tras la lesión del dedo meñique. «Por más pequeña que sea, no me va a impedir ir en busca de traer una medalla de oro y cantar mi primer himno arriba del podio«, culminó el sanjuanino que tiene trazada una senda llena de logros.