La pedalista sanjuanina, completó el registro de la etapa contra el reloj y va por la definición de la ronda colombiana UCI 2.2
Desde que colgó la pistera tras su actuación en el Panamericano de Pista en San Juan, Magalí Balmaceda se subió a la rutera para embarcarse a Colombia. Allí, en Pamplona, departamento de Santander, se reencontró con quiénes serían sus compañeras de equipo para medirse en la exigente Vuelta a Colombia Femenina UCI 2.2, una exigente prueba de cinco etapas, recorriendo más de 400 kilómetros con desniveles aún desconocidos por la múltiple campeona Sub23.
Tras completar varias jornadas de entrenamientos, Magalí quedó definida como la capitana del Team del Norte de Santander. «En una de las reuniones me ponen como capitana del equipo y hay una chica que es compañera mía que nunca en mi vida había tenido alguien que anduviera igual, así con las mismas condiciones que yo. Las dos subíamos y bajábamos igual, por ejemplo. El tema es que ella sí es escaladora, y en el último kilómetro o en los últimos 300 metros me largaba. Entonces decidí con el equipo, en la misma charla, que prefería darle el lugar a mi compañera porque la verdad que me parecía un poquito injusto. Así que se modificó todo y bueno, las etapas que he corrido han sido trabajando para ella», explicó la sanjuanina, remarcando el agradecimiento a la posibilidad que le brindó el equipo.
Magalí hizo un repaso de lo transcurrido, en la que siente que está viviendo una experiencia inigualable, dado el roce que tiene en la ronda cafetera la convocatoria del centenar y medio de pedalistas de renombre como las colombianas Diana Peñuela y Ana Sanabria, la venezolana Lilibeth Chacón, la española Lucía Ruiz, la chilena Aranza Villalón, entre otras tantas experimentadas próximas a dar el salto al World Tour Femenino. «La primera etapa la hice toda con plato chico, y se iba a más de 60 kilómetros por hora. Es que en partes no me subía el plato grande, no sabíamos por qué», remarcó. Es que el día anterior a la prueba sufrió una caída y quebró el manubrio. Consiguió que se los cambien, pero al finalizar la etapa se enteró que tenía la bicicleta quebrada en todo el centro de la caja y parte de arriba.
Es por eso, que antes de partir en la segunda etapa, que tuvo una extensión de 132 kilómetros, tuvo que conseguirse una bicicleta prestada. Finalmente David Vargas, quien también fue su entrenador le facilitó una bicicleta y de esta forma pudo seguir en competencia. «Hoy (por el viernes 28), en la crono tuvo un par de equivocaciones, pero para mí fue muy buen tiempo», reconoció Magalí, tras completar el parcial en solitario de 21.3 kilómetros entre San Gil y Barichara, registrando 49m 25s. «Vengo subiendo muy bien a pesar de venir de la pista», agregó la sanjuanina que cumple con el rol de gregaria en el Team Ideal Vacca.
Ahora, espera por la definición de la cuarta y quinta etapa. Serán dos capítulos en línea con importantes desniveles y las definiciones en alto. Ambas llegadas serán en Bucaramanga, la capital del departamento de Santander. Magalí se convirtió en la primera pedalista sanjuanina en formar parte de una Vuelta a Colombia UCI 2.2. Los tiempos y las posiciones de la ganadora de la Vuelta a San Juan, no solo servirán para ganar experiencia o de referencia, en cuanto a la comparación con otras pedalistas de equipos continentales, sino que también, serán el puente para analizar otras posibilidades de convocatoria pensando en una trayectoria deportiva internacional.
